viernes, 20 de noviembre de 2020
Kylie Minogue, la artista que nunca perdió la sonrisa a pesar de todo
Hay una larga serie de acontecimientos en la vida de Kylie Minogue que pueden llevar a la conclusión, errónea, de que la cantante australiana no ha sido feliz. Por ejemplo, le llevó mucho tiempo ser tomada en serio como artista pop -sus inicios siempre arrojaron sobre ella la sospecha de producto prefabricado-, ha tenido que cancelar alguna que otra boda que ya tenía programada, superó un cáncer de mama a los 36 años y, a consecuencia de ello, como ha explicado en una entrevista a principios de este mes, tuvo que tomar la decisión de renunciar a ser madre, que era un objetivo que tenía marcado a fuego. Ha disfrutado del éxito, y ha recibido un afecto casi unánime, pero todas esas desdichas han tenido un peso que se nos antoja desmesurado.
Ahora bien, Kylie Minogue siempre se ha distinguido por ser una mujer positiva, luchadora, de las que se toman al pie de la letra el refrán en inglés que, traducido literalmente, dice eso de que si la vida te da limones, haz .nta sacar lo mejor de cada momento). En la actualidad vuelve a mostrar como vengan e intecaracterístic intentar de nuevo la boda coque siempre hel director creativo de la edición inglesa de la revista GQ.
Además, acaba de lanzar un nuevo álbum,Disco, en el que vuelve a encabezar el tipo de proyecto que mejor le ha salido siempre: un listado contagioso de canciones pop con pulso bailable, bien producido, y pensado para elevar el ánimo. Llevaba un serie ya larga de trabajos discretos -Aphrodite (2010) no le funcionó muy bien, y Kiss Me Once (2014) y Golden (2018) pasaron algo desapercibidos; entre medias publicó un disco en directo, una recopilación y una selección navideña-, y con este nuevo lanzamiento recupera, a sus 52 años, el lugar que le corresponde como la princesa más querida del pop.
Disco es un álbum de autorreivindicación, como ya lo fueron hace más de dos décadas Impossible Princess (1997), Light Years (2000) y la sensacional colección de hits que sumaron los tremendos Fever (2001) y Body Language (2003). Durante más de 10 años, Kylie tuvo que luchar para que la gente se olvidara de sus comienzos como ídolo juvenil al servicio del equipo de producción Stock, Aitken & Waterman, los mismos responsables (o perpetradores) de delitos de lesa majestad como Jason Donovan o Rick Astley.
Identificada con lo más kitsch del pop de radiofórmula, Kylie no lo tuvo fácil para convencer a un público amplio -y también a un público especializado y exigente- de que se tomaba su carrera en serio y que no quería ser un pelele al servicio de discográficas sin escrúpulos. Su venganza se la cobró con canciones como Spinning around o Can't get you out of my head, y desde entonces no se le ha borrado la sonrisa.
A pesar, como decíamos, de los sinsabores en su vida. El cáncer que le diagnosticaron en 2005 fue difícil, pues llegó en su mejor momento de madurez y con su carrera lanzada que ya estaba instalada en la cumbre del pop mundial. Superó la enfermedad y, lo que es más importante, lo hizo con buen ánimo. El disco que grabó a continuación, X (2007), rebajó las pulsaciones rítmicas, quizá porque no estaba con el ánimo suficiente para un disco festivo, y aunque no se cuenta entre sus mejores trabajos, sí fue un importante regreso profesional que el mundo del pop celebro con alegria.
En aquella época su pareja había sido el actor francés Olivier Martinez, su mayor apoyo durante la enfermedad, y todavía hoy es uno de sus amigos más cercanos. En 2008 inició su relación con el modelo español Andrés Velencoso, con el que estuvo a punto de casarse, y también se comprometió con su siguiente novio, el actor inglés Joshua Sasse, aunque la relación apenas duró algo más de un año. Quizá haya más suerte con Paul Solomons.
Previamente a Olivier Martinez, el listado de parejas de Kylie Minogue incluye a Jason Donovan -a quien conoció durante en 1984 en el rodaje de la serie de televisión australiana Neighbours; en la serie se casaron, pero en la vida real rompieron en 1989-, Michael Hutchence -el líder del grupo de rock INXS, que rompió la relación en 1991 para irse con la modelo Helena Christensen, y se suicidó en 1997-, Lenny Kravitz -su consuelo fugaz tras la ruptura en 1991-, Stephane Sednaoui y James Gooding. Una larga colección de novios, amantes, amigos y maridos potenciales que no le ha hecho cejar en su búsqueda del amor definitivo. sabe que , tarde o temprano llegara y se quedara para siempre.(fuente el mundo.es)
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