jueves, 30 de octubre de 2014

Kylie en un look sport de 3.1 Phillip Lim en Polonia 30/10/2014

Mix and match! Kylie Minogue dressed up her joggers with a pair of Christian Louboutin heels as she touched down in Poland on Thursday
How does she do it? The petite pop star looked fresh-faced considering she had a late night at Mario Testino's 60th birthday party the night before
So kind: She made sure she signed autographs for fans who had waited to catch a glimpse of the star 
Staying long? The star was accompanied by a host of bags and suitcases as she landed at Lodz airport 

Kylie Minogue soprende a Mario Testino

Kylie Minogue fue una de las sorpresas que recibió Mario Testino en la celebración de sus 60 años de vida. La cantante australiana contó en su cuenta de Instagram que dejó boquiabierto al fotógrafo peruano cuando salió de una torta para cantarle el cumpleaños feliz.
"Así que sí salí de una torta para cantarle el "Happy Birthday" a Mario Testino anoche", escribió la cantante en una de sus redes sociales.
Minogue también compartió un video donde se le ve bailando ingresando al Chiltern Firehouse, restaurante donde se realizó la fiesta a la que también acudieron Naomi Campbell, Kate Moss, Hugh Grant, Rita Ora, entre otras celebridades.
Mario Testino ha fotografiado a Kylie Minogue en más de una ocasión. En el 2010 incluso la australiana posó para el peruano para apoyar la campaña Fashion Targets Breast Cancer contra el cáncer de seno.(fuente km mexico)

martes, 21 de octubre de 2014

Kylie con un estilo casual de invierno en Praga 20/10/2014

Looking good: The Australian singer is currently on the road with her Kiss Me Once tour
Hats off to you! The singer sported a cheeky faux fur coat and looked very toasty in the cold weather 
Sign your name across my art: Kylie has always been good to her fans - and stops to sign autographs 
She was gonna cancel - and did: Kylie axed her upcoming tour of Germany due to promoter troubles

Statement: 'I have always had great support in Germany from a loyal and loving fan base and I can't stress enough how difficult and disappointing,' she said
(fuente dailymail.co.uk)

Kiss me Once supera las 600.000 copias vendidas !

Las ventas de Kiss Me Once aumentan considerablemente llegando a un poco mas de 600.000 mil copias vendidas solo en Europa ,el  mismo número de su predecesor Aphrodite en el año 2010. Todo un logro considerando el panorama inicial en que el disco hizo su aparición en el mercado. (fuente Kylie minogue Chile)

Kylie Minogue recibio disco de platino en Hungría por su álbum KissMeOnce.

viernes, 17 de octubre de 2014

triste noticia : Se cancelan todos los show de Kiss me Once en Alemania

' estoy muy decepcionada, debido a las dificultades financieras de la productora alemana Ct Creative Talent Gmbh, todas las fechas de mis presentaciones en Cologne, Múnich, Berlín y Hamburgo fueron canceladas. El administrador que controla la empresa actualmente ha confirmado que es inviable para la misma cubrir la estructura que necesitamos para llevar a cabo los conciertos.

Partiendo de mi propio interés, mi time de la Roc Nation está trabajando en una forma de aliviar la decepción de todos mis fans que ya compraron sus entradas, los profesionales que componen el equipo técnica y creativa de la gira, así como yo misma. Yo siempre tuve un amor leal y un maravilloso apoyo de mis fans alemanes, entonces ni que decir lo mucho que es frustrante estar preparada para llevar a cabo algo y eso ser cancelado en el último minuto.

La Ct Creative no es responsable de ningún concierto de la gira fuera de Alemania. Es decir, ninguna de las otras fechas están afectadas. Queden de ojo aquí en el sitio web que informaremos cualquier novedad con respecto a este asunto.

Kylie ' (fuente carta Kylie Minogue) :(

miércoles, 15 de octubre de 2014

Y es por esto que Kylie Minogue es la artista de pop per-fec-ta

Imagen del artículo

Kylie Minogue es la mejor artista pop que existe en la actualidad. Demostró que era buena en esto cuando, siendo una adolescente, se subió a un escenario a cantar durante una fiesta de la serie "Neighbours" (que usted ha visto en su televisión autonómica como 'Vecinos') en la que ella interpretaba el papel de una adolescente australiana con problemas de primer mundo. Allí improvisó una versión de 'Locomotion', el clásico de Little Eva, que llamó la atención del trío británico de productores Stock Aitken y Waterman, los Burt Bacharach de los ochenta. Ellos se la agenciaron y le produjeron cuatro discos que escondían en su producción de happy disco algunas letras desgarradoras llenas de verdades sobre el amor.
Kylie se intentó sacudir aquella imagen colaborando con Nick Cave, los Manic Street Preachers y hasta (argh) Bono de U2. Pero hace ya tiempo que dejó de mirar a esa parte de su pasado con vergüenza y a reivindicarla con amor. Y a mitad del show con el que recaló ayer en Madrid ocurre algo milagroso: el escenario se ilumina de rosa, empiezan a sonar unos beats que todos los que nacimos en los ochenta llevamos en nuestro ADN como algo tan reconocible como el olor de la casa en la que crecimos y ella empieza a repasar aquellas canciones. Sin alterar, sin modernizar. Una sesión de karaoke carísima y desnuda que hace que el público presente (especialmente homosexuales de todas las formas, colores y taxonomías) se vuelva loco.
Kylie ha hecho de la necesidad virtud. Su último disco no es gran cosa, a decir verdad, y da la sensación de que alguien le ha recortado el presupuesto del tour. Sus giras más recientes habían sido espectaculares por un motivo o por otro: en Showgirl Tour montaba un cabaret, en X un escenario futurista con calaveras gigantes y un suelo que era una pantalla, en Les Follies un templo griego con fuentes que soltaban gigantesco chorros de agua…  Pero aquí, a estas alturas, Kylie ha abandonado el artificio (lo único que decora el escenario es una enorme estructura metálica que los Pet Shop Boys podrían pedirle prestada para su siguiente gira) para dar relevancia al mayor y mejor artificio que posee: ella, una estructura audiovisual de entretenimiento perfecta que podría organizar un concierto hipnótico de dos horas subida a una vieja caja de cerveza
Muy inteligentemente, reduce a la mínima expresión las canciones de su último disco para regalar éxito tras éxito tras éxito (pero lo de no cantar 'Better the devil you know' debería estar penalizado). Un truco que parece haber funcionado: el Palacio de los deportes estaba lleno hasta la bandera. ¡Para una artista que nunca ha sido especialmente seguida en España! (Sus admiradores recuerdan épocas oscuras en las que ni sonaba en la radio y era complicado encontrar sus discos). ¡Y un lunes lluvioso de otoño! Por poner un ejemplo: Miley Cyrus, la artista más famosa del mundo en este momento, no convocó ni a la mitad de gente cuando recaló aquí el pasado verano. 
Kylie puede mirar por encima del hombro a todas las grandes sensaciones del pop porque ella es una extrañísima constante: nunca ha tenido horas bajas pero tampoco horas demasiado altas. Si uno coge los singles que ha sacado en los últimos trece años, los tira al aire y cambia sus fechas de publicación, todos podrían seguir sonando actuales. ¿Porque son rompedores, modernos y adelantados a su tiempo? No, aún mejor: porque son atemporales. Can't get you out my head (2001), Slow (2003), 2 hearts (2007), I believe in you (2004), All the lovers(2010) e Into the blue (2014) podrían ser de hoy, podrían ser de ayer, podrían ser de mañana. Anoche Kylie cantó varios de ellos y la respuesta del público demostró que pueden seguir siendo reinventados ad eternum.
Hubo un momento de especial comunión con los fans y de demostración de eso que se llama imagen de marca ante un público enfervorecido. Las luces se bajaron, Minogue se quitó la ropa rosa y hortera y cantó una versión de 'Need you tonight', de INSX. "¡Me siento sola!", gritaba. Pocas veces una estrella se había mostrado así de desnuda: Kylie no solo jugaba con su vida privada (Michael Hutchence, el fallecido líder de INXS, fue su pareja y a él se le atribuye el haberle descubierto los placeres carnales y, dice la leyenda, incluso el de unas esposas). También ponía de manifiesto un principio básico de una diva de canción ligera: debe estar sola. Su única compañía es el público. Su obligación es cantar al amor, ver cómo el romance nace en las gradas y volver sin nadie a un hotel en el que se ha registrado con un nombre falso. Por eso Minogue es su quintaesencia: todos sus novios le han salido rana y los hijos nunca han llegado. Cuando canta All the lovers y dice que ninguno de sus amores anteriores se pueden comparar a ti, ese ti somos el público. Y en Your disco needs you, esa puesta al día del exceso Village People, canta "Haz tus deberes, cura un corazón solitario". Pero eso no es un homenaje al público, sino una exigencia. El corazón solitario es el suyo. Esta noche recala en Barcelona. Catalanes, sabéis lo que tenéis que hacer.(fuente revistavanityfair.es)

Kylie en los bastidores de Kiss me Once tour 15/10/2014 Montpellier Francia

Nuevo EP de Kylie Minogue junto a Garibay ♥

Según la cuenta de Twitter @KissMeOnceTour (que es oficial)y el éxito cosechado de ‪los temas Glow‬, ‪‎Wait‬, ‪BreakThisHeartbreak‬ y ‪Chasing Ghosts‬,"Estamos encantados de anunciar que un nuevo EP de Garibay y Kylie está en proceso, y podría lanzarse a fines de este año". 

Kylie Minogue by William Baker Kiss me Once Tour



Kylie Minogue, pone a bailar a Andrés Velencoso en Barcelona

Kylie Minogue, pone a bailar a Andrés Velencoso en Barcelona
 ¿Andrés Velencoso en el concierto de Kylie Mingoue? Este pasado martes, la diva del pop australiana aterrizaba en el Palau Sant Jordi de Barcelona para celebrar allí su fabuloso espectáculo, el Kiss Me Once Tour. Presentando su último CD, Minogue ya arrasó en la capital madrileña el pasado lunes, disfrutando del calor de sus fans.
   En Barcelona, de la misma manera, la estrella australiana tambiénderrochaba su simpatía y sus besos para todos los asistentes a este concierto, quizás menos abarrotado que el de Madrid. Sin embargo, esto no desanimaba a la cantante de Into the blue que hizo un espectáculo impecable. Pero las miradas estaban puestas en el público.
   Tal y como se ha expresado esta mañana en el programa de 8tv,Arucitys, el ex de Minogue, nuestro guapísimo modelo Andrés Velencoso, habría acudido al concierto para disfrutar de la música de la que fuera su amor. Gracias a un Tweet de un telespectador (@xescec), tenemos la prueba fehaciente de que Velencoso disfrutó bailando con la música de su ex.
  Ambos terminaron su relación a finales del año pasado, aunque para los dos no fue una separación para nada traumática. Ella siempre ha tenido buenas palabras para él aunque ya no estén juntos al igual que él hacia la cantante. La foto habla por si sola y Andrés quiso ver a la australiana pero la cuestión es... ¿dónde se habrá dejado a Úrsula Corberó?(fuente europapress.es)

Una modosita Kylie Minogue hace feliz al Sant Jordi

No es una leona capaz de comerse los higadillos de sus fans. Tampoco una lustrosa diosa de ébano, ni tan siquiera un símbolo sexual en estado de permanente excitación. Menos aún un icono de la calculada ambigüedad dirigiéndose a los chicos y chicas malas. Es “simplemente” un icono pop que juega la carta del espectáculo moderadamente sexy, dinámico y colorista. Es Kylie Minogue, quien ayer pasó por un Palau Sant Jordi llenándolo de huecos. La cantante australiana, menuda y saltarina, simpática e incluso modosita para la procacidad reinante, desplegó los activos de su gira Kiss me oncecumpliendo sobradamente con su papel pero sin olor de multitudes.
Sólo cinco minutos después de la hora prevista las pantallas del escenario vieron tronar y llover. O eso parecía. Aunque bien mirado en realidad era la estrella en la ducha. O bajo una catarata. Bueno, se mojaba. O eso parecía. Era Kylie Minogue en remojo. Pero no, era sólo una grabación, la estrella emergió segundos después entre el bosque de barras de escenario Bada Bing –club de señoritas danzarinas con picores- ataviada de rojo, con el micro a juego, todo se estudia, un tocado de pluma enhiesta que dejaba libre la larga melena rubia y una falda, más corta que la melena, ofreciendo piernas a las miradas. Sonaba la sensual Les sex mientras ella cantaba recostada en un sofá con forma de labios que no necesitan botox. Comenzaba el espectáculo y comenzaba colorista, con más bailarines visibles que los propios músicos, modestos asalariados en las alas del escenario. El pop de masas es hoy más espectáculo que nunca.
El inicio fue atronador, como si Kylie quisiese quemar los cartuchos de entrada, o como si con tanto estruendo y luces desease olvidar que pese a actuar en un Sant Jordi con aforo limitado, allí había pocas personas. Con todo el fondo del escenario funcionando como una pantalla enorme de proyección, Kylie, diva tamaño bolsillo con mirada que quiere ser moderadamente picante, elevó el tono rítmico con In my arms situándose ya en el provocador, en el extremo del escenario que entra entre el público. Luego se dejó ir en pleno fragor rítmico con Timebomb y Wow y una coreografía que antecedió a la resultona Step back in time, unida sin interrupciones con Spinnig around le sirvió para cambiarse la ropa, distinta en todo menos en que dejaba ver sus muslos, tapándose de rodilla a pie con unas botas de dominadora. Y ahí, con Kylie explotando su físico, quedó patente que ella no es una reina procaz, que por mucho que muestre, por mucho que se contonee, que lo hace poco, siempre mantiene un aire de cierto recato que permite verla como a una hermana mayor algo subidilla de tono. Pero nada más. Todo un contraste con la lubricidad imperante en el pop y en el mundo de las celebridades.
Por eso el espectáculo y la calidad de sonido resultan en ella fundamentales. Desde el inicio hasta el aplauso atronador que siguió a Your disco needs you, no pararon de pasar cosas en escena y en las pantallas. Luces, proyecciones coloristas de motivos geométricos, más luces, bailarines con llamativos atuendos y un sonido atronador aunque definido pautaron todo el concierto. Mejor así, pues cuando Kylie habló al respetable no salió de las frases sobadas, así que a cantar, debió pensar, y decenas de puntos de colores al sonar On a night like this clavetearon la pantalla opuesta al escenario con la que se limitaba el aforo del local. Luego remanso relativo de semi balada electrónica con Slow y ella reclamando miradas, sola en escena acompañada por un bailarín que parecía un agilísimo primate moviéndose en torno a un semáforo.
Y así hasta el final, veinte piezas con cinco de su nuevo disco, cuatro de las cuales situó en las zonas nobles del repertorio, para reivindicarse como una artista efectiva de pop bailable con un notable sentido del espectáculo que le llevaba a no interrumpir su trepidante caminar ni cuando se ausentaba del escenario para cambiarse de atuendo. Ella no estaba, pero el ritmo no cesaba. En su tercer cambio, con el inicio de un popurrí, lució un llamativo conjunto fucsia rematado por un lazo en la espalda que la hacía parecer un regalo. Y eso fue el espectáculo, un regalo para los fans asistentes al mismo, el presente de una artista que ofrece exactamente lo que de ella se espera, un montaje rítmico y vital cuyo ritmo transmite el baile de San Vito a las extremidades. No es poco. Otras venden cuerpazos para el delirio, erotismo al por mayor y mensajes que no ocultan la más absoluta de las naderías. Kylie, por el contrario, ofrece estimulante “nadería” pop electrónica, divertida, trepidante y en el fondo inocente pese a los centímetros de piel exhibida. Un espectáculo para todos los públicos al que apenas asistieron 5.000 personas.(ccaa.elpais.com)

martes, 14 de octubre de 2014

La sensualidad Kylie Minogue derrite Madrid

Una mujer explosiva. Indudablemente, Kylie Minogue es una de las artistas más explosivas de cuantas hay en el panorama internacional, pese a que ya es una veterana sobre las tablas. Y es que a su innegable cuerpazo se le une un talento que ido moldeando conforme pasa el tiempo.
Kylie Minogue firmó ayer un casi lleno en el Palacio de los Deportes de Madrid. La diva pop sexy e incombustible, protagonizó la primera cita de las dos previstas en España dentro de la gira de presentación de su último disco, titulado Kiss me once.
Kylie Minogue cautivó al público con un espectáculo 100% ella misma. Buen rollo, erotismo, extravagantes diseños y mucho ritmo, que puso en pie a todo el aforo. Un show que fue una auténtica fiesta para los muchos seguidores de la veterana australiana.
"Sois el público más ruidoso que he tenido hasta ahora", reconoció Minogue ante el jolgorio levantado por los 6.000 fans que llenaron el recinto. La sexy cantante hizo alarde de voz y de entrega a sus seguidores.
Kylie Minogue firmó vinilos, habló en español, se hizo un selfie con un incondicional sirio y hasta cantó a capella un par de temas fuera del repertorio a petición popular.
El Kiss me once tour repetirá show esta noche en Barcelona, con temas que van desde el pop, dance, disco y r&b. Y no faltarán cambios de vestuario, fornidos bailarines y sensuales coreografías, que completan el espectáculo con temas de sus inicios y nuevas propuestas.(fuente ideal.es)
La sensualidad Kylie Minogue derrite Madrid

Todos los momentazos de Kylie Minogue en su gira

Nadie puede con ella. Ni siquiera el tiempo, inclemente e irrespetuoso, le ha quitado un pelo de atractivo. Es más, parece que Kylie Minogue mejora con los años. Y no es solo por sabiduría, ni por oficio, ni siquiera por profesionalidad, es simplemente porque es Kylie. Y así lo está demostrando en su gira, que ha recalado en nuestro país esta semana (el lunes en Madrid, el martes en Barcelona).

La diva pop aparece en el escenario y su menuda figura lo llena todo. Sus gestos, sus bailes, su voz y sus trajes. La australiana se cambia de vestido más de cinco veces, baila numerosas coreografías, se revuelca en un sofá (made in Dalí por gracia de Tusquets), se mete en una bañera, hace twerkings, grita... Todo lo que haga falta para demostrar que sus 46 años no están reñidos con el sex appeal del que hace gala desde que empezó. Por algo es una de las reinas. Por algo muchos la coronaron el Madrid la reina pop tras cantar en las fiestas del Orgullo Gay. Un momento guardado como icónico para muchos. 

El lunes, en Madrid, enloqueció a 6.000 personas, y en Barcelona se espera algo parecido. Termina sus conciertos con 'All my lovin' y 'The Loco-Motion', un tema de 1988 que todavía engancha al personal como el primer día.

Llena de cabeza y de inteligencia, con los pies en la tierra y mucha empatía con su público, Minogue no vende solo una cara bonita y eso, la mayoría, lo aprecia. Así siga hasta que le de la real gana. Que para eso es la reina.(fuente lecturas.com)






El día del orgullo Kylie !

Kylie Minogue es, como Ana Mato, una señora de mediana edad con aspecto de adolescente. El negocio en el que se mueve la australiana de 46 años tiene en su órbita a mosquitas como Lady Gaga, Beyoncé, Rihanna, Miley Cyrus o Katy Perry (dejo a Madonna de reina madre). La industria del pop no deja envejecer a las mujeres y Kylie, que lleva en lo alto más de 25 años y 70 millones de discos vendidos, sale a escena con un sugerente corsé rojo y medias de rejilla. Tumbada sobre los labios de Mae West. Un sofá daliniano menos rojo que su carnosa boca. Canta ‘Les Sex’ y luego ‘In My Arms’. Lo suyo es refinamiento sin pasarse, erotismo de anuncio y mucho brillo. El público, abrumadoramente masculino. Abrumadoramente entregado. No había visto tanto gay junto desde el concierto de Liza Minnelli en el Conde Duque. Y allí cabían menos.
La australiana no actuaba en Madrid desde 2009. Lo hizo anoche en el Barclaycard Center (se pronuncia Palacio de los Deportes) con un casi lleno. Es la gira de presentación de su último disco, ‘Kiss Me Once’, que lanzó en marzo. No tira del todo. Le pasa como a Rayna Jaymes en ‘Nashville’ con el suyo.
Varios cambios de vestuario (bastante espectacular, incluido el de los bailarines), un escenario como un gran plató de televisión y trampillas por donde la diminuta Kylie brotaba. Una Kylie entregada al público. Al general, a una chica de la primera fila que le pidió un autógrafo y a un tipo con barba venido de Siria con el sueño de hacerse una foto con ella. La mayor comunión se produjo con ‘Can’t get you out of my head’. Todavía tenían que llegar ‘The Loco-Motion’, ‘All the lovers’ e ‘Into the blue’. Con esta se puso fin a un espectáculo feliz. Alegre. Y muy gay.(fuente abc.es)
El día del orgullo Kylie

MÚSICA Concierto en Madrid Kylie Minogue contra el paso del tiempo

MÚSICA Concierto en Madrid

Kylie Minogue contra el paso del tiempo

  • A sus 46 años se reafirma como diva del pop ante 6.000 personas en Madrid

  • Esta noche la gira 'Kiss me once' se detiene en el Palau San Jordi de Barcelona

Más de 5.000 personas reverencian a Kylie Minogue en Madrid ATLAS
¿Qué hace falta para estar en la cima del pop? ¿Hasta qué punto es posible alargar el concepto de diva? ¿Una cantante de 46 años tiene que seguir usando las mismas armas con las que triunfó cuando tenía 20? A éstas y otras preguntas respondió Kylie Minogue la noche del lunes en su concierto en el Barclaycard Center (el recién bautizado Palacio de Deportes) de Madrid ante unas 6.000 personas. La australiana siempre ha sido un icono con cabeza, una estrella diferente que no sólo vende imagen, también ideas y sustancia.
Consciente de que su gran momento artístico se quedó en los 90, la artista ha sabido reinventarse año tras año, explotando sus bazas, pero sin entrar en el juego de las que llegan arañando para conseguir el trono que un día tuvo su nombre. Ella acepta que ahora se despellejen por él esas chicas sin prejuicios estéticos y con todo por demostrar (Miley Cyrus, Ariana Grande, Iggy Azalea). Pero se resiste a la retirada y se amarra a su estatus. Y lo hace sacando ventaja de sus armas.
La más poderosa de todas es su inquebrantable idilio con el público homosexual. Un romance que en Madrid vivió su esplendor cuando el 3 de julio de 2010 cantó para varios miles de personas en las fiestas del Orgullo Gay. Su espectáculo actual, que lleva el nombre de su último disco ('Kiss me once', 2014) pero en realidad es un repaso por su trayectoria, está inequívocamente enfocado a este sector de sus fans.
Desde el vestuario (estética sadomaso, cuero negro, corona de plumas, rollito 'drag') y las letras (son temas de amor, pero también de superación, dolor, pasión y perdón) hasta los ritmos de baile (en cada uno de sus cambios de vestuario los bailarines se quedan en el escenario medio en pelotas bailando techno y dance), no hay ningún detalle que se le escape. Su clase, ese glamour innato que no se compra con ninguna campaña de marketing, es su otro gran punto a favor para sobrevivir en el competitivo mercadeo pop.
Sin embargo, ¿hasta qué punto Kylie necesita todavía los mismos juegos de provocación sexual que ya explotó en su juventud? La cantante conserva una forma física estupenda, de eso no hay duda, pero es cierto que en los momentos más picantes del 'show', como cuando emerge de una bañera repleta de plumas con un conjunto de lencería, hubo quien pensó en esas fotos de Ana Obregón en bikini con las que las revistas del corazón nos sacuden el sopor estival cada mes de agosto.

Recostada en un sofá rojo con forma de labios

Todos los conciertos de la gira siguen el mismo patrón: una veintena de canciones en dos horas, que se dividen en cinco bloques y un bis. Es una estructura inteligente, que atrapa al espectador en todo momento. Siempre está pasando algo, los cambios (de iluminación, sonido, imagen, ritmo) son constantes. De ese modo, Kylie combate el síndrome de dispersión tan común en la actualidad, donde la atención es tan volátil como lo sería un niño expuesto a infinitas tentaciones.
La primera imagen que se muestra en el espectáculo es impactante. En el centro de todo aparece Kylie, recostada en un sofá rojo con forma de labios. A su alrededor se desplazan varios bailarines, cuya indescriptible estética flirtea con una suerte de elegancia retro-futurista, casi steampunk: ellos, haciendo ejercicio ¿con unas muletas?, y ellas, con un mono en blanco y negro con púas en la espalda, pelucones y pezoneras. Hay una pasarela que se adentra hacia el público, una pantalla gigante al fondo y una estructura metálica que sirve para jugar con la iluminación y los bailes.
Al borde del escenario se distribuyen medio escondidos múltiples ventiladores para que el pelo de Kylie siempre esté con volumen y su falda se contonee con picardía. La primera parte (bautizada como 'First Kiss') sirvió para que todos fueran entrando en calor, incluida la cantante, que se animó a hablar un poco con el público antes de presentar 'Wow'. Todas sus intervenciones fueron más bien tímidas y llenas de tópicos ("tenía muchas ganas de volver", "nunca olvidaré este momento") y aunque se atrevió a decir algunas palabras en español (muy aplaudidas), se echó en falta que sacara a relucir ese verbo ágil que muestra en las entrevistas.
Uno de los mayores hallazgos del 'show' fue la segunda parte: 'Secret Kiss'. Impactó el vestuario (esta vez inspirado en un cruce imposible entre el 'Mago de Oz' y la estética soviética) que iba a juego con las imágenes que se proyectaban en la pantalla (un homenaje al constructivismo ruso, con motivos geométricos y colores rojos y negros). Fue en este pasaje donde la australiana demostró que su propuesta tiene algo de conceptual; quizá no llegue a los extremos de Lady Gaga, pero sí que ofrece más chicha que, por ejemplo, Britney Spears o Katy Perry.

La mayor discoteca de la ciudad

"¿Estáis preparados para disfrutar de la mayor discoteca de la ciudad?". Tras conseguir con 'Spinning around' que gran parte del público se animara a cantar, Kylie azuzó a sus seguidores al dar paso a 'On a night like this'. La sala se quedó a oscuras, el volumen de la música subió y, por fin, todos se pusieron a bailar. Pero, como decíamos, este tour se basa en los cambios continuos. Y del cachondeo se pasó a la performance cursi-erótica, con Kylie disfrazada de una Barbie madurita pretendida por unos Ken veinteañeros.
El popurrí de 'Dizzy Kiss', donde se suceden varios retazos de distintos temas, daría paso a otro de los momentos más destacados de la noche, durante la parte de 'Lick Kiss', cuando sonaron 'Sexercize', 'Nudity' y 'Can't get you out of my head'. Ahí resurgió la Kylie voraz, que no duda en arrancarse de golpe un abrigo de cuero negro y quedarse en picardías. La australiana disfruta dando rienda suelta a su faceta hortera, vestida de mujer fatal y rodeada por su camada.
Y siguiendo con el esquizofrénico guión, llegó el momento íntimo de la noche con 'Beautiful' y 'Kiss me once'. Con un vestido largo de novia y pétalos cayendo del cielo, Kylie se convirtió en una princesa, un ser adorable con los sentimientos a flor de piel. La recta final ('Aussie kiss') está muy bien diseñada, con la cantante vestida de reinona, con taconazos y plumas por la cabeza. Sonó muy bien 'Get outta my way' y después se atrevió a cantar a capella con el público un poquito de 'Million miles'.
La sorpresa de la noche la protagonizó Jalal, un chico que estaba en una de las primeras filas con la pancarta: "Vengo desde Siria para hacerme un 'selfie' contigo". La cantante le invitó a subir a la pasarela y el chaval, nada más llegar junto a ella, subió los brazos al cielo. Temblaba tanto por los nervios que casi no pudo hacerse la foto junto a su heroína. La traca final incluyó 'The Loco-Motion', 'All the lovers' y, ya en el bis, 'Into the blue'. Kylie convenció a sus fans en Madrid y esta noche tratará de repetir en Barcelona, pero la pregunta es: ¿hasta cuándo mantendrá la diva un 'show' con tanta carga sexual? El tiempo lo dirá.(elmundo.es)

domingo, 12 de octubre de 2014

Kylie 11/10/2014

Kylie Minogue adorna el vestuario de su gira con cristales de Swarovski

El glamour de los cristales swarovski ha atraído  a Kylie Minogue.La cantante ha elegido a la

firma de joyería para que adorne el vestuario de su gira internacional " Kiss me Once" .Los

característicos bodies , corsés y complementos que definen el estilo de la artista sobre

el escenario se engalanan este año del máximo brillo posible  ya que como ella misma ha

apuntado "una parte importante de mi show es brillar".

El tour arranco el 24 de Septiembre de en el Reino  Unido y la autora del hit "Into the blue"

abrió su actuación con un vestido rojo y sombrero de juego diseñado por Stevie Stewart

y Lara Jensen  , ambas prendas decoradas con los resplandecientes cristales .La gira

continuara por Mónaco y llegara a Madrid y Barcelona los próximos 13 y 14 de Octubre

(fuente lavanguardia.com)